En nuestra clínica podológica en Castellón atendemos diariamente a pacientes con verdaderos problemas en los pies. La aparición de callos, durezas, uñas encarnadas y otras patologías pueden evitarse con la elección de un buen calzado. Aunque hay otros factores a tener en cuenta como la edad o el sobrepeso, el uso de un calzado cómodo y a medida es sinónimo de salud para nuestros pies. Sin embargo, a la hora de comprar zapatos nuevos nos dejamos cegar por las rebajas o los modelos que están de moda, sin pararnos a pensar si las características de ese calzado se adapta a nuestro pie.

Para que no te arrepientas de una compra impulsiva, a continuación te indicamos una serie de consejos que puedes seguir si no quieres dejarte llevar de nuevo por los flechazos pasajeros o las gangas y los grandes descuentos.

En primer lugar, ten en cuenta el tipo de actividad que vas a realizar con él para evitar las rozaduras y la aparición de ampollas. El calzado que utilizamos para ir a andar no es el mismo que nos pondríamos para ir de fiesta o el que compraríamos para ir a trabajar o a correr.   

El zapato ha de ser ante todo cómodo, suave y flexible. Un zapato rígido y los tacones muy altos no son los mejores aliados de las mujeres. Todo lo contrario. En cuanto al material, lo ideal es que sean de cuero, ya que favorecen la ventilación, a diferencia del calzado de plástico. 

Evitar también que las costuras o las juntas de los zapatos coincidan con una articulación o prominencia ósea. Y si no encuentras unos de tu talla, olvídate de ellos y busca otros, ya que el zapato debe adaptarse a tu pie y no al revés. 

Desde nuestra clínica podológica en CastellónLa Clínica del Peu, te recomendamos también comprar calzado que te sujete bien el pie, con cordones, hebillas o algo similar.